Una piel sana es la mejor barrera contra las agresiones externas. Pero cuando la piel se altera, es más sensible a las agresiones externas y esto se nota: irritaciones, acaloramiento, grietas, quebraduras. Es necesario reconstruir la epidermis para una reparación rápida de la piel y que le devuelve a la piel su aspecto saludable y su función protectora. Una piel irritada o dañada también puede aparecer después de un golpe, una operación estética o quirúrgica (moretones, equimosis).